lunes, 17 de mayo de 2010

Un semestre de sentimientos encontrados

Para el Caracas FC el semestre del torneo Clausura 2010 se destacó por una gran cantidad de sentimientos que salieron a relucir tanto en la fanaticada Roja como en el seno de la directiva Capitalina. Un semestre lleno de situaciones que hacían que el ambiente alrededor del equipo con más títulos en el balompié nacional fuera cambiando a medida que iban ocurriendo, dejando sensaciones encontradas y sabores agridulces para cada persona compenetrada con esta organización. Desde inicios del Clausura comenzaba a vislumbrarse el principio del fin de una década llena de triunfos, logros, crecimiento y sobretodo mucha alegría, junto al más grande de los entrenadores que haya pasado por las canchas del Caracas FC. Los problemas de la directiva para fichar los jugadores que pedía Noel Sanvicente y hasta el desplante hecho por el delantero tan esperado por este, hacían que el terreno de este matrimonio se estremeciera, rompiendo las bases de una relación que parecía a la vista de todos inquebrantable.
Llego el inicio de la Libertadores, una libertadores llena de metas y con techos altos que superar. La actuación de la libertadores 2009 para el Caracas, hacía que esta tuviera un sabor especial, que se mirara cerca ese sueño de jugar una final continental para Venezuela, todos tenían en mente que Caracas podría superar esos Gloriosos cuartos de final de 2009. Pero todo empezó a caerse estrepitosamente, comenzó la libertadores y llegaron las derrotas y empates amargos, esas que prefieres perderlas por goleadas pero no perderlas porque no hiciste valer tu superioridad en la cancha; la falta de gol de los delanteros, las paradas fantásticas de los porteros contrarios y  hasta la actuación de los postes, hacían que al Caracas no le sirviera en números el vistosos juego que hacían en cada partido.

La noche del 17 de marzo fue la detonante para que se terminara de resquebrajar la relación Tecnico-Directiva, la acumulación de tristezas y sin sabores en el campo de juego hicieron que Noel “Chita” Sanvicente, en declaraciones luego del empate contra la Católica de Chile; colocara su cargo a la orden y este fuera aceptado por la directiva un día después. Cambio de técnico se le venía a la institución, y la directiva roja le otorga la confianza a un emblema del club, un persoaje con más de 20 años de carrera con estos colores; Su Nombre, Ceferino Bencomo, que hasta el momento era el técnico del equipo de segunda división y que un torneo atrás venia de hacerlo campeón de la segunda división del futbol Venezolano. Bajo el mando de “Cefe” El Caracas continuó con su actuación en una copa Santander Libertadores con más penas que glorias, aunque su andadura por el torneo clausura mantenía con ánimos a la hinchada del club, sumando puntos en cada jornada y hasta brindándoles a todos la alegría de vencer una vez más al Deportivo Táchira y afianzándose con juegos menos en lo más alto de la tabla.

A tres fechas para el final del Clausura  llego la hora para que los representantes venezolanos en la copa Santander Libertadores se pusieran al día con el calendario, ya para la fecha existía la posibilidad de que una victoria roja contra el equipo granate en Valencia y la combinación de victoria aurinegra contra los azules del Italia en San Cristóbal, les daría matemáticamente el torneo clausura al Caracas y la opción de disputar la final nacional en búsqueda de su estrella número once.  Se jugó la fecha y aunque el rival a muerte hace el favor venciendo al Italia, los capitalinos no hicieron el trabajo ante Carabobo y salieron de valencia con un amargo empate dejando la celebración en veremos para las siguiente fecha. Se jugaría la decimosexta fecha y una vez más Caracas fallaba en su intento de ser campeón, el saldo de su viaje a Maracaibo fue una derrota, muy dolorosa y con abultado marcador, sirviendo la mesa para que la fecha final tres equipos llegaran con opciones al título, Caracas desperdicio dos chances previas de ser campeón y con esto le daba vida al Italia y Táchira para llegar a la fecha final con el Clausura en mente.

Con los ánimos intactos y por la holgura que mantenía el cuadro rojo por depender de si mismo, se llego a la jornada final de torneo clausura, se jugaría con chances en tres frentes, tres estadio tendrían la oportunidad de celebrar, El Caracas tendría la mejor de las chances para coronarse, un triunfo en un estadio olímpico con gran cantidad de fanáticos que se dieron cita para dar la vuelta con sus héroes, Pero como todo el semestre había sido un sube y baja para los Rojos del Ávila, la fecha final no podía dejar de serlo, Caracas ganaba su partido y tenía el torneo en sus mano, pero un joven recién ingresado al juego llamado Gelmin Rivas daría un vuelco a la historia y bajaría los decibeles de la fiesta que se vivía en las gradas de estadio olímpico de la UCV; en ese momento con la victoria parcial del club itálico dejaba al Rojo sin clausura y se lo entregaba al Deportivo Italia. Pasaron unos minutos que fueron eternos, se pasó de la euforia total a una decepción indescriptible, y cuando todo parecía perdido, llego la noticia desde la Joya de Cabudare donde el  CD Lara marcaba el gol del empate ante el Italia que le devolvía el titulo al Caracas FC, las caras y lagrimas de tristeza pasaron nuevamente a ser de alegría y con todo el sufrimiento vivido el Caracas FC comenzaba a celebrar un nuevo título en el Futbol Profesional Venezolano.

Caracas es justo campeón, luego de todo lo vivido en ese semestre queda demostrado que los logros se obtienen con dedicación, constancia y mucho sufrimiento, es un premio merecido y que hace grande esta pasión de noventa minutos y algo más.